PROBLEMAS CON EL PLÁSTICO, NUESTRO FUTURO ROBADO POR EL PLÁSTICO.
Hace 22 años, antes de lanzarme a esto del teatro y sus quehaceres, estuve estudiando Licenciatura en Químicas, una carrera muy interesante aunque, desde mi punto de vista, muy complicada.
De ahí que el primero de los escapes que puse en pie tuvo que ver con el problema de los plásticos, y es que este pensamiento de los disruptores me viene de largo.
Os explicaré.
Mis campos preferidos en el mundo de la química eran cualquiera que etsuviera vinculado al laboratorio y a las asignaturas de analítica.
De hecho, una de mis primeras incursiones de investigación teórica fue en la asignatura Analítica II.
El tema: los disruptores endocrinos.
INVESTIGANDO NUESTRO FUTURO ROBADO
Rondaba el año 2003, EEUU invadía Irak con la excusa de las «armas de destrucción masiva», gran mentira que destruyo a millones de personas y donde nadie ha pagado, pero eso es otro tema.
La cuestión es que yo estaba enfrascado buscando de qué podría investigar. Leía, preguntaba, buscaba, y de repente, un día, en mis manos cayó un libro : «Nuestro futuro robado»,
«NUESTRO FUTURO ROBADO» , UN LIBRO DE CABECERA.
«Nuestro futuro robado» se publicó en 1996, y llegó a España en 1997. Sus autoras hacen un análisis pormenorizado sobre la afección de cierto químicos sintético en nuestro organismo y en la fauna, ya sea marina o terrestre.
Nos explica como algunos químicos, disruptores endocrino, presentes en los plásticos pueden alterar nuestra salud, fertilidad, comportamiento, y como empezaban a demostrarlo algunas investigaciones.
Personalmente, el tema que más me impacto fue la afección a la fertilidad: deformidades en sistemas reproductivos, disminución de la capacidad de movilidad de espermatozoides, alteración en el sistema endocrino.
Sustancias que podrían afectar a la reproducción de las especies, de ahí el título de la investigación.
«BISFENOL A, BOMBAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA ENLATADAS», UN TÍTULO NORMALITO.
La presentación de la investigación, con su póster correspondiente, se tituló «Bisfenol A, bombas de destrucción masiva enlatadas».
Mi profesor dijo que era el título demagógico.
A mi me encantó, siempre me han gustado la polémica y plasmar lo que ocurre en el mundo en mis trabajos.
Además, que mejor momento para este título, EEUU mataba, impunemente, a civiles con bombas de destrucción masiva mientras buscaba bombas de destrucción masiva que nunca aparecieron. Como metáfora: la industria petroquímica crea sustancias que pueden afectar a la reproducción de las personas, y otras especies.
La cuestión es que investigué y conocí al Dr. Nicolás Olea, un eminente doctor, pionero de la temática a nivel nacional, afincado en Granada, y que denunciaba los peligros de los disruptores endocrinos provinientes del BPA. Hay que decir que esta sustancia es el pl´ñastico que recubre las latas de maíz, de tomate, está en los tickets de la compra y estaba en los chupetes de bebés. Si está ahí, pasa a nuestro cuerpo.
EL PLÁSTICO, UN PELIGRO PARA NUESTRA SALUD.
Hoy quiero dedicar esta entrada a todas esas personas científicas que trabajan para mejorar la vida de las personas, como ha hecho este hombre poniendo el grito en el cielo para la regulación de industrias tan poderosas como la petroquímica.
De paso, intentar difundir más su palabra, porque nuestro futuro como specie, y de otras muchas, se está viendo afectada por la acción de los plásticos.
Que ustedes lo disfruten.
«ISLA DE PLÁSTICO» PARA CONCIENCIAR DEL PROBLEMA DE LOS PLÁSTICOS DE UN MODO DIVERTIDO PARA EVITAR NUESTRO FUTURO ROBADO.
Por cierto, y como siempre, aprovecho que si quieres poner el tema del plástico en tu clase y quieres hacerlo de un modo divertido, tenemos nuestros teatro escape room educativo, y concretamente nuestra «Isla de plástico».
Pon a tu alumnado a salvar el mundo.
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