Hubo un tiempo de comodidad absoluta, “la época de las vacas gordas”, durante esta época, el ser humano tenía trabajo, y al tener trabajo tenía dinero, y al tener dinero consumía, consumía y consumía.
Pero un día, las vacas gordas se volvieron anoréxicas y fue entonces cuando una gran cantidad de seres humanos que vivían cómodamente en sus casas, pasaron a vivir incómodamente fuera de ellas.
Algunos vivían debajo de un puente, otros vivían en cajeros automáticos, y los más afortunados vivían en portales, pero todos ellos vivían entre cartones.
Así empieza la historia, la historia de muchas Marías y Pepes, que del día a la mañana se vieron durmiendo en pesebres, con un sórdido mundo a su alrededor.
Un mundo donde la desesperanza se ha afincado y sus raíces han capturado a muchos de sus protagonistas.
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