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INFORME Nº E/1001/1001- OO – 900
BIBLIOTECA
(Llum fue muy amable y atenta, sentimos las molestias a los usuarios de la biblioteca durante la entrevista. Una de las razones del crecimiento de la civilización humana ha sido gracias a la capacidad de transmisión del conocimiento a través de las historias. «Leer para crecer»).
-«En la biblioteca no tenemos mucho material pero lo importante es que nuestros alumnos leen bastante.
La verdad es que me encanta que entrenen sus cerebros con ensayos de la vida, porque qué son los libros si no ensayos de diferentes vidas.
Respecto del caso del hombre, sé que estuvo en la biblioteca porque me puso esto patas para arriba, movió muchísimos libros de su sitio.
Lo sé porque es mi biblioteca y sé donde está cada uno de los ejemplares. Perdón, perdón.
He estado pensando mucho y al final he llegado a unas conjeturas.
Fíjese, a mí me encantan los misterios y las intrigas.
De hecho me encanta ir con mis amigas a Escape Rooms a resolver pistas y acertijos.
A mi edad, he ido hasta a uno con un zombi encadenado.
Fíjese, yo me dediqué a entretenerlo haciéndole el «Pasapalabra» con un diccionario. Yo le decía la definición y el bicho me decía la palabra, un zombi muy listo y muy divertido, de hecho tengo que confesarle que se me escaparon unas gotitas de la risa. Perdón, perdón.
Le contaba esto porque me encanta indagar y en los libros he descubierto varias pistas.
Para empezar el hombre dejó un montón de libros bastante antiguos, sobre las mesas de la biblioteca.
Todos eran poesía excepto una novela, «Caballo de Troya».
De las poesías encontré dentro del «Cancionero y romancero de ausencias» de Miguel Hernández, encontré un trozo de papel higiénico.
El hombre había escrito parte del poema de «Las nanas de la cebolla»:
«En la cuna del hambre
Mi niño estaba
Con sangre de cebolla
Se amamantaba
Pero tu sangre,
Escarchada de azúcar,
Cebolla y hambre»
Miguel Hernández escribió este poema para su bebé, estando en la cárcel y usando papel del váter como soporte.
Perdón, perdón.
En principio solo encontré esto, pero luego descubrí que en una de las estanterías dejó siete libros de teatro y otra novela.
Los textos eran:
- Entre Cartones.
- Dignidad Zombie.
- Unpacking.
- Antes de que Google lo borre todo.
- Roblox.
Perdón.
- Delibero o como sobrevivir a una crisis con dinero rosa.
- Osete polar.
Al principio no le di importancia, pero si unes la primera letra de cada libro te sale: E, D, U, A, R, D, O.
La novela era «El nombre de la Rosa», que también es de misterios e intrigas, por cierto.
Si cambias «El Nombre» por el nombre, te queda: «Eduardo» de la Rosa.
Fue entonces cuando me di cuenta: El caballo de Troya ¿qué pasaba en el caballo de Troya? El Caballo de Troya ocultaba cosas en su interior, así que miré dentro de la novela y, pam…
¿Quién era el primero de los cuatro nombres que había en la ficha de préstamos? Eduardo de la Rosa. Luego miré en todos y cada uno de los libros de la mesa, y allí estaba: Eduardo de la Rosa.
Perdón, perdón, perdón.
Todavía sigo buscando información, pues con la digitalización hay cosas que se perdieron pero cuando haga nuevos descubrimientos le informaré.
Y ahora vamos de aquí, que quiero dejar a mis chicos que sigan estudiando con tranquilidad. «-
Materiales aportados
